30 octubre 2014

Necesito una copa.

Hace ya tiempo que quería escribir este post pero hasta ahora no había encontrado un ratico. Pero por fin, sin más, os traigo la GUÍA DEFINITIVA PARA LA PECHERA PROMINENTE. La que hará felices a las chicas que, como yo, tienen una talla de sujetador normal (o sea, desde la 85 a la 100) pero con una copa no tan habitual (copas D, E, F, G, etc... y añado la J, o Eva me mata xDDD).

Para los chicos que me lean y que anden un poco perdidos en la materia, me refiero a las chicas que tienen un cuerpo menudo, una espalda estrecha y poco hombro... pero mucha pechuga. Vamos, esas grandes olvidadas para la industria de corsetería ya que parece ser que la mujer, si es tetona, está entrada en carnes o es una vikinga de metro ochenta o una abuela o una mujer lactante. 
Por eso nos cuesta tanto tantísimo encontrar un sujetador de nuestra talla, que no se nos clave por mil sitios, que nos quede bonito y que no sea de abuela. 

Yo lo sufro en silencio desde hace mil años. Cuando era una adolescente que todavía no había encontrado su sitio ni su copa ideal en este mundillo, me frustraba buscando un sujetador que me quedara bien y no me hiciera tener de golpe cuatro tetas debajo de la ropa. Entraba en las tiendas donde se supone que debía comprarme la ropa interior (Women' Secret, Oysho, etc) y me probaba la 90C, pequeño. La 100C, enorme. La 95C, raro. HORROR. 
He necesitado algunos años y una buena dependienta del Corte Inglés para comprender que el problema no era la talla, sino la copa. Y que mi copa, señores, es la E. Una talla de sujetador extraña que ni se fabrica en todas las tiendas, ni en todos los modelos, porque para las mujeres de pecho grande hay que hacer algunas modificaciones en la prenda si se quiere hacer bien, por ejemplo poner los tirantes más anchos para que no se claven por el peso. Y asumí que mi vida corsetera sería triste y anodina, con sujetadores de abuela color visón  sin encajes ni florecitas ni ná. Y desde entonces vago por el mundo taciturna y cabizbaja, contenta por ser tetona pero triste a la vez. Porque veo a todas esas chicas que se compran conjuntos de ropa interior preciosos para sorprender a sus rolletes y yo me tengo que conformar con lo que sea que tenga copa E.

El otro día vi en Fareborn un meme de esos de imágenes con texto gracioso que me provocó sentimientos encontrados, porque por una parte tiene razón pero por otra es engañoso...

No te engañes: esto no se aplica si ella es tetona. Porque básicamente no tendrá ningún sujetador que combine con nada.



En fin, que sin más demora paso al meollo de la cuestión: la guía. He pensado ir dejando aquí en este post todas las tiendas donde haya encontrado sujetadores de mi talla, por si a alguna chica con mi mismo problema le pudiera interesar. 
Del mismo modo os animo a vosotras, tetonas y compañeras, a que me dejéis comentarios con más tiendas que hayáis encontrado vosotras, para editar el post e ir ampliando la guía e incluso hacerla nacional. Internacional. Mundial. Espacial.


Porque la teta bien puesta es un problema de todos, empezamos:


-El Corte Inglés: Ha sido mi principal salvador desde 1999 porque tiene tallas hasta la copa G, incluso. El principal problema es el precio, porque todos sabemos que allí andan bien de marquitas y cualquier cosa que encuentres no va a bajar de 40€. Pero te salva de un apuro y además hay bastantes modelos diferentes, de diferentes marcas. Son serios, las dependientas te saben ayudar y además están acostumbradas a atender a mujeres de buena pechuga, no a chonis siliconadas a las que no se les mueve ná y que se conforman con cualquier cosa.



-Etam: Este sitio es un poco engañifa, porque ofrecen tallas D y E pero en la cruda realidad sacan uno o dos modelos con estas copas, y siempre son los más feos. O no les quedan en stock, casualmente.  De todos modos alguna vez encontré algo que me valía, pero tampoco es la panacea del sujetador grande.


-Kiabi: otro que ofrece copas D, E y F, y al final las E y la F son de mujer lactante y abuela. O son sólo una tela mal puesta con un aro del mal. Depresión. 


-CyA: aquí también encontramos sujetadores de copas grandecitas, aunque nunca encontré algo que me quedase bien. Pero tienen talla D y E en algunos modelos.

-Dunnes Stores: mi gran salvador de los últimos tiempos, porque además de tener tallas D y DD, que es como la E, son bonitos, baratos y sientan muy bien. No sabéis lo contentísima que voy yo por la calle con mi sujetador de 12€. Las que tenéis poco pecho nunca lo comprenderéis...

-Las corseterías de barrio. Que puede parecer tontería, pero allá donde compran las señoras, hay buena teta. Lo malo es que o te quitan un riñón para poder pagarlos, o son de abuela. Pero algo es algo.


-Me dice @Anijol76 por tuiter que Marks&Spencer también tiene copas grandes y que a ella le salvó la vida. Tengo que ir a comprobarlo :) Si nos paramos a pensar, en el frío norte hay más tetona que en España. Por todos es sabido que las inglesas y las nórdicas están bien serviditas, así que es normal que en las tiendas guiris sean más propensos a tener copas D y E de manera habitual.

-En los comentarios, dice Violeta: "En Intimissimi, en modelos básicos (blanco liso, negro liso... pero con forma bonita, no parecen de abuela) también tienen todas las copas, son muy cómodos y tallan de más (allí uso la C). Y si algún día por un casual te surge un viaje a EEUU, llévate dinero que es el paraíso sujetadoril, y encontrarás todo lo que te imagines y más."


-María dice también: "No se en España(vivo en inglaterra) pero aqui el Primark tiene sujetadores de copa D, E e incluso mayor y suelen ser muy monos y baratos. María". No he ido a Primark a buscar sujetadores, pero me pasaré a echarle un ojo :D  Flé también se apunta a Primark para sus sujetadores vikingos, y encima dice que hay con florecitas...

-Eva, orgullosa poseedora de una talla J (aunque era una H antes de tener una niña preciosa) nos recuerda también Marks&Spencer, aunque ella compra online. Y además añade: "Hay una tienda, Curvaciones, está creo que en Barcelona y también vende online, tiene tallas especiales y ahí fue donde compré el sujetador para mi boda (con bragas a juegooooo!!!) eso si, tuve que hablar por teléfono con la dueña (me atendió muy bien) y el sujetador lo pidieron a Londres que es donde estaba la fábrica. Tardó un poco en llegar pero llegó."  Si alguien más conoce Curvaciones, ¡¡¡que se pronuncie!!!

-Dice Loquemeahorro en otro comentario: "Mi salvación ha sido Prima Donna (sobre todo su línea Twist), que tienen conjuntos monísimos ¡y juveneiles! de esos que yo también pensé que jamás conocería, pero es caro, por supuesto. Mínimo 50 € la parte de arriba, pero da igual, yo tengo varios por eso, porque pensé que jamás tendría algo así." Yo no conozco esa tienda y paso a investigar ratinao :D

-Mi amiga Lola recalca que en algunas webs puedes encontrar cosas chachins, así como en algunas tiendas de Madrid y de Granada donde encontramos la marca FELINA, que no conocía yo antes:
"Yo tengo una F, y las marcas de referencia son Prima Donna en segunda posición y FELINA en la primera, indiscutiblemente. Chantelle tiene "algo", pero es raro de encontrar. Los precios rondan los 60 euros pero los sujetadores se ajustan perfectamente, a mí me merece la pena.
¿Que dónde las encuentro? Mis dos puntos son:
1. http://www.begonamodaintima.com, en su tienda del C.C. Tres Aguas en Madrid, las chicas no pueden ser más encantadoras y yo no puedo salir más contenta.
2. También en Granada, la tienda física Charmé Íntima, en el centro. Una atención impecable y profesional."


-May nos vuelve a hablar de Chantelle y de Change como posibles marcas salvadoras.

¿Alguna más que conozcáis? ¡Hagamos esta guía un must para la mujer con pechonalidad y para todo hombre que quiera verla feliz y lozana!


27 octubre 2014

Cuenca

Cuenca es una ciudad pequeña. O un pueblo grande. Pero un pueblo grande precioso.
Está llena de parques, de sendas verdes, de ríos y riachuelos, de banquitos a la sombra para leer. Conserva ese aire castellano con calles empedradas y frescas repletas de iglesias y de mil placitas donde de vez en cuando se celebran las verbenas y las familias enteras salen a bailar. No sé si bailan pasodobles o chotis o qué, pero bailan porque lo he visto en fotos.

Cuenca es ir en coche a todas partes porque podemos aparcar en la misma puerta. Y si es zona azul no importa, porque son 20 céntimos la hora.
Y si no es zona azul, sino que ni siquiera hay plaza de aparcamiento porque estamos en la plaza principal justo delante de la catedral, nos la inventamos porque "antes de las 5 de la tarde no pasa nada".

Cuenca es familiar, acogedora, modesta. Es pequeña pero tiene de todo; eso sí, tiene una unidad de cada cosa: UN banco Santander, UN Foster's Hollywood, UN centro comercial, UNA oficina del Inem, UNA oficina de Correos, etc. Lo único que no tiene es un Corte Inglés, lo que sin duda le baja muchos puntos  como ciudad en la escala de chachitud de mi tía Carmen.


Cuenca tiene expedientes-x, muchos. Tiene restaurantes chinos decorados con enanitos de Blancanieves y banderillas de fútbol; una calle peatonal donde han tapado la mitad, justo la mitad del suelo, con maderas... por vete a saber qué razón; sendas oscuras entre pinares donde se han visto ovnis abduciendo vacas; un cimborrio raro en lo alto de un monte que ellos dicen ser un Cristo o una Virgen (no me acuerdo, yo estaba en shock cuando me lo explicaron) pero que sin duda es un reclamo-radiofrecuencia alien; conejas gigantes mutantes; un puente del mal desde el que se suicida la peña como churros mientras tú haces fotos tranquilamente al lado; un monte con unos ojos enormes y horribles pintados que son "Los Ojos de la Mora", una leyenda muy bonita de una mujer árabe que en la Reconquista quiso esconderse en una cueva de esa montaña para morir mirando pa Cuenca. Literalmente.

Cuenca son desayuncacos con tortitas o tartas artesanas, son paseos entre matorrales aromáticos o bajo una hilera de chopos multicolores, son playas fluviales que, aunque a algunas (no miro a nadie) no les gusten, molan. Son botas y chaquetita en septiembre, mientras en el resto de España siguen asfixiados. Es un frío de la leche en invierno, cuando sin duda no se verán mis rizos por allí.


Cuenca son vericuetos. Casas colgadas, que no colgantes. Son bombones que pueden pasar. Son true gamer girls. Son gatos-mopa preciosos que se te refriegan buscando caricias y que te pegan la nariz helada si no les haces caso. Son tortillas de madre. Son cuenquitos de agua repartidos estratégicamente por toda una casa. Son Luceras. Son colecciones infinitas de cuadernos preciosos. Son gintonics deluxe entre famosos del rock. Son fanses aférrimos de la Semana Santa. Son hermanos y mejores amigos. Son pueblitos de postal con una iglesia románica en lo alto. Son kebabs de viernes. O de martes. O de cuando no se quiera cocinar la cena. Pero fríos, eso sí :P


Cuenca es Casiopea. Y Casiopea es Berta, mi amiga, la última romántica.  La mujer que sabe encontrar el bonitismo en las cosas y en los lugares más inesperados. La mujer  de ojazos tristes que sigue creyendo en hadas y en finales felices, aunque después escriba sobre asesinatos sangrientos para hacerse la dura. 
La mujer que se merece ser feliz, y que sin duda va por buen camino para conseguirlo.


Gracias por esos cuatro días, Berta. Después de mí, eres la mejor guía turística del mundo ;)
Y todavía no tengo claro si Cuenca de verdad existe o si me habéis implantado un chip con memoria artificial, pero por lo que creo recordar, ha sido un gran viaje.

Te esperamos en Málaga, que aquí también tenemos muchos expedientes-x que enseñarte.









P.D: por favor, ahora que he dicho muchas cosas bonitas sobre Cuenca, a ver si los conquenses enfurecidos de los comentarios de mi post CUENCA NO EXISTE me sacan de sus listas negras y puedo volver a salir a la calle sin escolta.