05 agosto 2014

Ocho años

Ocho añitos ya, que se dice pronto. Ha sido el cumpleaños de mi blog esta semana y yo por ahí, feliz y sin darme cuenta. Sin felicitarle ni regalarle cualquier cosilla ni ná. Menos mal que Albret me lo ha recordado con el post del octavo aniversario del suyo, que si no...

Ocho años... y no veas lo que ha cambiado mi vida durante todo este tiempo. Mil trabajos, varias ciudades diferentes, amigos que van y vienen, experiencias tristes y alegres, amores que fueron y que nunca serán. A veces parece que el blog es una de las pocas constantes de mi vida y, la verdad, ojalá lo siga siendo. 
No ha habido ni un sólo mes durante todo este tiempo en el que no haya escrito al menos un post. Porque me relaja, me da alguna que otra alegría, me saca sonrisas y me ayuda a conocer gente interesante. 

Gracias por todo, Una de Rizos... y que cumplas muchos más :)


03 agosto 2014

El Pollosaurio.

Tenemos un nuevo Expediente-X en Villa Rizos. 

Todo empezó cuando nos mudamos, hace poco más de un mes. Nuestro piso nuevo está en una zona residencial bastante tranquila de Málaga, rodeado de chalets y zonas verdes. Por eso es bastante normal salir a la terraza y disfrutar del alegre piar de los loritos, del berrido lastimero de las gaviotas locas o de los grillos nocturnos y su cricri. La fauna sureña ya no es un misterio para nosotros, curtidos en lo natural y salvaje.

Para lo que no estábamos preparados es para el Pollosaurio. 
Cada mañana, antes incluso de que salga el sol, un animal extraño y exótico se pone a... ¿cantar? ¿llorar? ¿gritar? Ay, no sé, a hacer ruido. Muy, muy cerca de nuestro piso. Casi junto a nosotros, en algún lugar de la maleza, agazapado y observándonos fijamente. 
Parece una especie de pavo gigante así como llamando a la pava, -o sea, a mí-  pero es un "piar" mucho más grave y gutural, como si fuese un avestruz adolescente cambiando la voz. Me recuerda un poco al pollo ese gigante de UP, pero más grave. El Padrino de los pollosaurios.

Pues como os decía, nuestro amigo se pasa un buen rato graznando y, cuando se hace de día y empieza a hacer calor, se calla. O se va, o desaparece cual fantasma animal, yo que sé.

La cuestión es que nos hemos paseado por el barrio varias veces buscando algo raro, a ver si algún vecino tiene en su jardín un ave exótica e ilegal para poder identificarlo... pero nada, no vemos nada. Durante el día sólo nos rodean gatos cabezones y chihuahuas. 

Pero al caer la noche, el Pollosaurio despierta. Y ya nadie estará a salvo.

Por aquí, en algún lugar, yace aletargado el Pollosaurio. A ver si una mañana lo grabo con el móvil y lo subo.