27 febrero 2013

Las estrellas no tienen novio

Yo no sé qué pasa que está de moda rajar de los tíos. Ponerles verdes, fardar de soltería y hacer mil fotomontajes chorra en los que se leen cosas como "las estrellas no tienen novio" o "estoy soltera y tendrás que ser verdaderamente impresionante para que eso cambie".

Que digo yo, y es un poner, que presumir de estar soltera es más o menos como presumir de comer polvorones en Agosto. Que te gustan, que te sientan bien, pues vale. Pero y a mí qué. No eres mejor persona por estar soltera. No eres más chachins. No eres más lista. Tan sólo es una opción; la vida da muchas vueltas y lo que ahora te funciona y te hace feliz igual dentro de un tiempo cambia. Que me parece genial que estés bien estando soltera, pero hay gente que está bien teniendo pareja, gente que se siente mal sin alguien a quien abrazar y gente que está deseando dejar a su churri para disfrutar de la libertad. Cada cual hace con su vida lo que quiere, y hay opciones para todos los gustos.

Y, por favor, NO TODOS LOS TÍOS SON TAN CHUNGOS. De verdad, eh, palabrita de oveja. 
Igual es por esa imagen de cabrones que intentan inculcarnos en las películas, series y derivados, en las que si un matrimonio contrata a una niñera jovencita, el marido SEGURO que acaba liándose con ella. O esos capítulos de series donde el novio perfecto acaba tirándose a una stripper en una despedida de soltero a la que se vio obligado a ir. O esos artículos de la Cosmo en los que nos incitan a comportarnos como un putón verbenero porque total, ellos lo han hecho desde siempre. O los anuncios de Desigual en los que el pobre varón pinta menos que Toni Cantó en Greenpeace. 

Una cosa es luchar por la igualdad, hermosas, y otra muy distinta machacar penes para conseguirlo. Que oye, algunos hombres molan mucho y nos quieren y nos respetan, todavía. No todos piensan con aquello, ni todos tienen la necesidad imperiosa y natural de ser infieles. ¿Tentaciones? Pues claro, ¿o me vais a decir que vosotras no las tenéis?. Pero son humanos, no monos. Y los hombres son capaces de   negarse a una mujer "ofrecía" -Oveja del Visillo Style-, por mucho que les pongan las tetas en la cara. Otra cosa muy distinta es que quieran, ojo. Pero no todos quieren.
Igual que tampoco es cierto eso de que les duelan tanto los huevos, eh. Eso también es soportable, otra leyenda urbana y excusa perfecta para los cabrones de verdad, que haberlos haylos por mera cuestión de estadística. Hay hombres maravillosos y hombres que no valen un peo. Igual que pasa con las mujeres.

Pero acabemos ya con las tontás de "estoy soltera porque yo lo valgo y mejor sola que mal acompañada", señoritas, que se os ve mucho el plumero.  Vale que mejor sola que mal acompañada, pero por estar acompañada no estás mal de por sí ni vales menos. Y lo dice una mujer que ha estado soltera más de media vida y lo ha dicho también alguna vez.

Que por eso os conozco. 


Seguramente sea porque no hay quien las aguante.



25 febrero 2013

Cosmogonías.

No había constelaciones en el cielo: oscuridad, nada. Me había acostumbrado a aquel mundo vacío y lúgubre  por el que deambulaba, asumiendo parte de esa tristeza que lo inundaba todo como mía. Por mis venas no corría ya sangre, sino tinta gris que derramaba sobre mil páginas en blanco tratando, quizá, de desahogarme con el silencio.

Nadie parecía darse cuenta de que nada tenía sentido. De que éramos zombis que se arrastran sin destino, sin motivo, sin final. Me cansé de soñar con algo más, de echar de menos aquello que no conocía. Me rendí.

Y así fue como aquella tarde de agosto en la que un cometa salió de la nada para perlar de plata el firmamento,  de repente... te vi.




Mi colega Curro Ayllón presentó su nuevo disco llamado Cosmogonías hace un par de semanas, y no me he podido resistir a venir a hablaros de él porque os puedo asegurar que es una auténtica MARAVILLA. Una joyita de esas que te encuentras muy de vez en cuando en el panorama musical actual, con letras que cuentan historias (Nostofobia, Te Vi, la Sinestesia y el Amor) y dibujan leyendas (la historia de Febo y Dafne, Canción de Abel, Saturno Devorando a sus Hijos) acompañadas de melodías hermosas y bien definidas.
Si estáis interesados en comprarlo, (cosa de la que estoy segurísima) aquí tenéis su e-mail para contactar con él porque todavía no se vende en tiendas: musicoenterapia@gmail.com

Y por mi parte hoy ando rumbosa y me apetece regalaros mi canción favorita del disco, la que llena de estrellas el cielo y me saca mil sonrisas. 



Gracias por tu disco, Curro, y mucha suerte. Ya estoy deseando que saques el segundo. 

14 febrero 2013

Que nadie me salve.

No sé vivir sin amor, yo que siempre me quejo de no encontrarlo. 
Y es que amar no es sólo tener pareja y quererla y sentir que la otra persona también te quiere: es esa certeza, esa seguridad muda, ese pilar de hormigón que sustenta tu día a día y te hace sentir que todo encaja y que no estás sola en el mundo.

Yo me enganché al amor siendo muy joven, casi una niña. Podía pasar los findes más maravillosos e inimaginables en Disney World o en Cuenca, pero si no los pasaba con mi vecino nada era igual. Cualquier actividad cotidiana se volvía mágica con la simple presencia de ese chico, como si tenerle delante fuese ponerme unas gafas de realidad aumentada y la vida adquiriese otro color. Y os voy a contar un secreto: él nunca me correspondió. Pero me daba igual. Yo me sentía bien haciendo cosas por él, buscándole entre la gente con la mirada cuando se alejaba, sentada en el jardín esperando que volviese de clase para merendar juntos.   

Más tarde empecé también a disfrutar del amor ajeno. De las caricias con las que mi padre dormía a mi madre mientras los tres veíamos una peli en el salón, o de los besos a escondidas que se daban mis amigos Isa y Fernando cuando empezaron a salir, en Bup. Comprendí que sentirte correspondido debía ser maravilloso, y me propuse valorar cualquier muestra de cariño hasta que alguien también me amase a mí.   Y así fue como empecé a darme chutes de amor en vena: me aficioné a las películas románticas, a las series de amoríos, a los libros de final feliz. Cada San Valentín me ponía triste porque no lograba vivir una historia de amor de cuento de hadas, pero esa tristeza me reconfortaba en cierto modo. La necesitaba. Dentro de mi pecho se libraba una batalla imposible en la que la razón me decía que todo aquello eran patrañas y mi estómago luchaba por pintar de un rosa tóxico lo que en realidad era gris, sin que ninguno de los dos consiguiese hacerse con la victoria.

Hasta hoy. Estoy en proceso de desintoxicación, pero creo que recaeré una y otra vez sin remedio. Porque cuanto más abro los ojos y comprendo que el amor es una droga, que deberíamos sentirnos plenos sin él y ser felices con nosotros mismos, más necesito chutarme de nuevo. 
Porque no concibo la vida sin amor, por muy tonto que sea. 
Porque se puede querer de muchas maneras, incluso a nosotros mismos,  y cuando se quiere bien es fantástico. 
Porque querer no es hacer regalos ni ponerse tontorrón con tu pareja en San Valentín. Es ese cosquilleo en el estómago cuando acariciamos la manita de un bebé. Es el vuelco al corazón cuando vemos a una pareja de ancianos que se han querido durante 50 años. Es esa sensación de plenitud cuando somos capaces de quedarnos dormidos delante de alguien especial y sentir que ya nada puede ir mal. Es esa seguridad de, sea donde sea que vaya la otra persona, saber que volverá. Es saber que existe, esté donde esté y estés donde estés.

El amor de verdad, -el que no mata ni deprime ni nos hace arrastrarnos en la miseria ni escribir canciones de odio y rencor- nos hace ser mejores personas. 
Y yo no podría vivir sin él, puesto que mi cuerpo ya se ha transformado y lo ha asimilado y sin mis dosis de amor en vena me mustiaría como los geranios. Estoy condenada.

Y hoy, catorce de Febrero, vuelvo a sentir esa tristeza dulce de cada año.

Pero una cosa os voy a decir y os ruego que os lo toméis muy en serio: que nadie me salve, por favor. 
Que de algo hay que morir, y yo prefiero que sea de esto.



Feliz San Valentín.

12 febrero 2013

Estafada por eurotiendaonline.es

Buenas tardes, queridos ovejosos. 
Perdonadme si hoy vengo cabreada, pero es que en mi casa hemos vivido una estafa que nos tiene preocupados desde casi Navidad y, al darle mil vueltas y no encontrar ninguna otra solución, mi madre y yo nos vemos obligadas a hacer público el asunto para ver si de esta forma resolvemos el problema y se hace justicia. Que no está la cosa como para ir perdiendo dinero por ahí, ya sabéis, y no soporto la caradura de algunas empresas y empresarios.
Os dejo entonces con mi señora madre, que ella lo cuenta muy bien y así os haréis una idea de lo ocurrido:



El día 3-1-2013 compramos una cámara compacta en http://eurotiendaonline.es, empresa que a priori no nos pareció fraudulenta (qué inocentes fuimos y qué mal por no haber contrastado opiniones antes de comprar).   El día 4-1-2013 me mandan un mail diciendo que mi pedido está en proceso, y que en unos 7-10 días me lo envían. Hasta aquí todo bien.

Pero pasan los días dados para el envío  y la cámara no llega. Les envío un mail preguntando y no dan señales de vida.  Empiezo a llamar al teléfono de atención al cliente que aparece en su página (902-10 22 97), ilusa de mí.  Varias llamadas de esas a las que nadie atiende y te tienen un rato oyendo lo de "marque el 1 si quiere..." después,  me doy por vencida y me doy cuenta de que  nunca me atenderán.    Al cabo de varios días recibo el siguiente mail (literal):

“El producto tiene una rotura de stock, se ha pedido mas al proveedor y Le ha comentado almacen que se repondran de los plazos de 10/15, en caso que el producto tenga
mas de los plazos establecido de reposicion es por que hay una demora en la reposicion del producto en el almacen, pero en cualquier caso le escribiremos un
email con la referencia de despacho de almacen, que en todo caso recibira en su Domicilio.

Agradecemos mucho su paciencia. Le recordamos que llevamos mas de 5 Años sirviendo a nuestros clientes, con unos usuarios y clientes mas de 50,000 registrados en
nuestra base datos y nuestro Objetivo es el de Siempre que reciba su producto en su domicilio.”


La forma del mail ya me mosquea un poco, pero les doy un voto de confianza y espero. Y espero... Y espero…  Y espero…

Pasan los 10-15 días y vuelvo a mandarles otro mail ya un poco cabreada. Y, ¡oh sorpresa!, al cabo de varios días me vuelven a mandar exactamente el mismo mail. Empiezo a pedirles que me anulen el pedido y me devuelvan el dinero. Y la respuesta siempre es la misma, el mismo mail de siempre.

A causa de todo esto es cuando me puse a investigar sobre la página y me encontré un montón de gente a la que le ha pasado lo mismo, os dejo una de las muchas páginas con quejas y otras que tuvieron la "suerte" de recibir el pedido pero roto, o usado, etc. Debe ser difícil  pillarlos porque van cambiando de domicilio fiscal de vez en cuando, pero lo que no me explico es que no les hayan cerrado ya la página donde, por cierto, siguen anunciando la cámara que pedí poniendo que la tienen en stock. Imagino que harán lo mismo con todos los productos. 

Solo quiero difundir esto para que  me devuelvan mi dinero y, además, que no haya más incautos que piquen el anzuelo. Así que os pido que me ayudéis a hacerlo llegar a cuanta más gente mejor vía  Facebook, Tuenti, Twitter (añadiendo su nick @eurotiendaonlin), etc.

Gracias.

07 febrero 2013

Cómo sobrevivir a San Valentín

Hay dos tipos de personas/ovejas: las que celebran San Valentín y las que no. Las que creen en el amor sin fin e inundan sus 14 de febrero de corazones y regalitos pastelosos, (o que quisieran poder hacerlo, de tener pareja) y por otro lado las que no dejan de repetir una y otra vez que San Valentín lo inventó el Corte Inglés y que es una chorrez como Cuenca de grande. 

Yo soy un híbrido de ambas, creo. Por una parte pienso que no tiene ningún sentido regalar por regalar y gastarse una pasta en una cena que cualquier otra noche costaría la mitad, pero lo cierto es que la mayoría de la gente que se queja de San Valentín y se niega a tener un detalle ese día es, curiosamente, el tipo de gente rancia que no tiene detalles tampoco el resto del año.
Por lo tanto a mí me parece bien que ese día se haga algo especial, aunque sea una tontería. Nada extraordinario ni forzado, (las mejores sorpresas y detalles tienen más peso cuando no te las esperas) pero nunca está de más celebrar y pasar una noche divertida y bonita, y más si es con nuestra pareja. Que sí, que el romanticismo es algo que hay que currarse TODO EL AÑO. Y, por ende, por qué no en San Valentín.

Yo era mucho más romántica de joven (más joven, ejem), y mis San Valentínses eran mucho más bonitos entonces que ahora. 
Recuerdo escribirle cartas de amor a mi vecino cuando era una criaja y dejárselas en el buzón, emocionada y lerda, para acabar siendo el objeto de burla de todos los niños del bloque un par de días después. 
O la pedrada que me dio un niño de mi clase de primaria, en el recreo. Se me acercó muy serio con un pedrusco enorme en la mano y ZAS, me lo estampó en toda la chorla dejándome con el culo torcío (y una brecha en la frente xD). Ese mismo niño empezó a buscarme y a darme empujones por los pasillos, a ponerme la zancadilla y a mangonearme acerca de dónde me tenía que sentar o qué bocadillo debía comerme. Más tarde me enteré de que eso quería decir que yo le gustaba y que quería que fuese su novia, pero qué queréis que os diga, a mí el rollo BDSM no me molaba nada por entonces y lo mandé al carajo finamente.
También me acuerdo con cierta ternura aquel lazo rojo que se ponían las chicas en la muñeca para ir a clase años después, en la edad del pavo, simbolizando que estaban enamoradas y que su amor era correspondido. Yo no tuve pareja hasta los 21, así que más de una vez me puse un lazo by the face porque me daba vergüenza reconocer que en mí no se fijaba ni el tato.
O aquel primer novio que tuve, que se esperó hasta San Valentín (puro romanticismo) para decirme que prefería que fuésemos amigos porque le gustaba más una rubia.

Como veis, es normal que poco a poco San Valentín me haya ido dejando de parecer especial xDDD ¡PERO NO! Aún así me niego a que el 14 de febrero pase a ser un día  normal y dejemos de tener una excusa para querernos más, coñe. ¡Con lo bonito que es quererse!

Por tanto, y por petición popular vía Fareborn, os dejo algunos consejos para sobrevivir a este San Valentín con pareja  (que ya se acerca, se huele, que ya está aquí) sin que pequemos de empalagosos ni, por el contrario, de rancios.

Ahí van:


1) Hombres: siempre, siempre, siempre, tened un detallito aunque sea pequeño con vuestra pareja en San Valentín. Aunque ella diga que no hace falta. Aunque sea de ese tipo de personas que dice que es una fecha comercial. No hagáis caso y moved el culo; siempre es preferible pecar de empalagoso que de rancio. SIEMPRE. Y además cambiad el chip y seguid teniendo detalles el resto del año, que no se os va a caer la minga ni vais a ser menos macho.


2) Mujeres: no esperéis grandes regalos ni grandes demostraciones de amor. Lo que cuenta es el esfuerzo, y no todos los hombres son capaces de leernos la mente y saber exactamente qué nos gustaría que nos regalaran o que hicieran por nosotras. Sed comprensivas y valorad cualquier muestra de cariño, que su trabajito les cuesta.

3) Algunas personas tienen una idea muy rara de lo que es romanticismo. Bécquer y la tuberculosis ya no se llevan, así que olvidaros de llenar la casa de velas y pétalos de flores a menos que sepáis que a vuestra pareja le encantará y estéis dispuestos a barrer después y limpiar la cera. Los poemas de amor nos hacen gracia a menos que seas muy bueno y es mejor no arriesgarse, y la música de Barry White tan sólo consigue que nos acordemos de Bizcochito en Ally McBeal. 

4) No. Your dick in a box no cuenta como regalo de San Valentín.

5) Comprar una botella de vino que os guste a ambos para hacer especial la cena es un buen detalle, pero aseguraros de no beber demasiado para no estropear el clima íntimo. Control, ya tu sabeh. 

6) Hacer algo divertido juntos mola. No pasa nada si el plan no es típicamente romántico de por sí; lo importante es que se salga un poco de lo normal, de lo habitual en vuestros jueves noche. Si a tu pareja le encanta jugar al Minecraft, por ejemplo, prepara una velada de aventuras en la selva domesticando tigres y recolectando cacao. Confecciona con antelación una lista de misiones y objetivos y haz que esa noche se convierta en una gymkana bien sea en el Minecraft, en el Wow, en el GW2 o en el LOL, con un premio para el ganador y un  "castigo" para el perdedor.  Organiza una liga de destrucción de torretas en el Portal jugando en modo cooperativo, id a conquistar banderas juntos o matad elfos codo con codo. Y piensa que será una noche de duro trabajo: asegúrate de que tenga cacao del de verdad a su lado para reponer fuerzas, así como demás chucherías que le hacen feliz. El gintonic cuenta como chuchería. 

7) Si a tu pareja le apasiona viajar, viajad. Aunque sea a la ciudad de al lado. Recorred terreno neutral que ninguno de los dos controléis: descubrir nuevos rinconcitos hermosos donde tomar café o pasear añadirá complicidad a vuestros recuerdos y, además, estaréis creando historia en común. 

8) El sexo en sí es muy romántico. De verdad. 
Pero no vale que te pillen practicándolo con otro/a, tiene que ser con tu pareja  xDD

9) Cocinar para tu pareja se considera un detallazo y además es sexy. Incluso si no sois muy buenos en la cocina, hay mil platos sencillos y resultones para impresionar eficazmente: usad san google para aprender recetas  nuevas y no os arrepentiréis.

10) El juego es muy importante. Si andáis rumbosos y tenéis pensada alguna sorpresa para vuestra pareja esa noche, empezad a ponerle los dientes largos desde por la mañana. Mandadle un sms, dejadle un mensaje en el buzón de voz o escribidle un DM avisándole de que se prepare para la noche, qué tipo de ropa debe ponerse (o no) y a qué hora debe estar listo/a. Hacer que la otra persona se pase el día nerviosa y emocionada también es especial y divertido.

11) Cuidad los detalles. Tratad de pensar en todo, absolutamente en todo, por muy tontada que sea. Si no podéis salir al cine o a cenar porque la economía no da para más, comprad palomitas de microondas, algo de beber, preparad una manta calentita, id bien aseados, limpios y guapos, aseguraros de que la casa huela bien y esté ordenada,  encended la estufa/chimenea/calefacción para que cuando el otro llegue no pase frío, tened listo un buen arsenal de películas de todos los géneros (y aseguraros de que estén bien bajadas, y que al ponerla no salga la Veneno), etc. Ah, y apagad el móvil para que la otra persona sienta que le prestáis toda vuestra atención; a veces no basta con decir las cosas... hay que sentirlas, verlas. Un masaje de pies mientras véis la peli, por ejemplo, es una buena forma de hacérselo notar :P
Si por el contrario váis a salir, asegúrate de que el restaurante donde quieres ir esté abierto (parece una obviedad, pero NO), reserva mesa aunque creas que no habrá ningún problema, investiga antes de ir en la carta para asegurarte de que a tu pareja le gustará el tipo de comida que sirven allí, busca un restaurante que tenga fácil aparcamiento si es que váis en coche, etc. Hacer caminar a una mujer durante media hora en tacones o invitar a marisco a alguien que odia la langosta echará a perder todo lo demás, así que planificad y ganaréis.

12) Recuerda que ese día es para los dos, y nadie más. Por muy bien que os lo paséis con vuestros colegas, primos, cuñados o vecinos, reservad San Valentín para vuestra pareja. Ya tendréis 364 días más para salir de juerga con más gente.

13) Si vais a regalarle algo a vuestros amorses, pensadlo bien antes y estad seguros de que será algo que les guste a ellos, no a vosotros. 

14) Y, lo más importante de todo, lo que jamás debéis olvidar: si hacéis algo por vuestra pareja que sea porque se lo merece, no porque toca. El hacer algo de corazón, sea lo que sea, siempre es mucho más bonito y significativo que hacerlo por obligación y además nos dará muchas más satisfacciones. Si no os motiva nada el sacarle una sonrisa a vuestra pareja o hacerle una noche poquito más feliz, de verdad que no sé por qué no cambiáis el tener pareja por tener un pez de colores, que requerirá menos atenciones.



P:D: ¿no tienes pareja en San Valentín? Pues aprovecha el 14 de febrero como excusa y aplícate todos mis consejos anteriores a ti mismo mismamente, que quererse a uno mismo y darse un par de mimos  y caprichos de vez en cuando tampoco viene mal ;)