31 marzo 2012

Sal con un friki.

Sal con un friki. Queda cualquier tarde para jugar al Wow con alguien que se gaste su dinero en libros o cómics en lugar de gafas de sol de marca. Alguien que siga creyendo en los finales felices de las novelas de aventuras, que muestre luz en sus ojos al hablar de la primera camiseta de Batman que cayó en sus manos cuando era un niño.

Encuentra a un chico al que llamen friki. Sabrás reconocerle porque suelen perderse en bibliotecas y parques, en Norma Cómics y en foros de internet donde aún se escribe usando todas las letras del abecedario. Suelen tener blogs donde hablan de sus pasiones, de sus sueños y sus ilusiones sin ningún pudor a mostrarse vulnerables, quizá usando algún seudónimo que garantice su anonimato. Pero no te preocupes; sabrás reconocerle en cualquier cafetería porque su tazas de café suelen ir acompañadas sobre la mesa por libros, comics, e-books o portátiles. Si te chocas con él caminando por la calle ten paciencia: su mente viaja más allá de lo que le rodea, y seguramente caminase soñando con otros mundos mucho más bonitos que el tuyo cuando se tropezó contigo.

No pierdas la oportunidad de conocerle más. Interésate por Kafka, por Tolkien, por George R.R. Martin, por Pratchett, por Dan Simmons, por Cels Piñol, por Humberto Ramos, por las series de la HBO. Respeta su silencio mientras pierde su mirada entre párrafo y párrafo, y escucha atentamente sus discursos entusiastas y acalorados acerca del último capítulo de The Big Bang Theory. Aprende a compartir su atención, puesto que es imposible luchar contra esa parte de él mismo que le hace diferente. Únete a sus pasiones. Pregúntale si prefiere ser un Stark o un Lannister, y diviértete sintiéndote cómplice de sus sonrisas.

Es muy fácil salir con un friki. Regálale libros por su cumpleaños, pijamas manchados de sangre de zombi por Navidad, relojes en código binario por vuestro aniversario. Comprobarás que, a pesar de tener preferencias materiales exóticas, es detallista y romántico. Se empeñará en convertir vuestra historia de amor en una fantasía épica en la que no faltarán enardecidas batallas con deliciosas consecuencias y celebraciones por todo lo alto para los héroes vencedores. Te mimará sobremanera y te recordará como Spartacus a su musa cuando estéis separados; en su mente tan sólo hay una Sura digna de su corazón. Serás su más preciado tesoro. Su Penny. Su Princesa Peach. Su Leia.

Pónselo difícil. Ha aprendido junto a sus personajes protagonistas favoritos que las mejores recompensas llegan después de los más duros esfuerzos, que no hay belleza en lo fácil. Luchará por ti hasta llegar a ese capítulo en el que le entregues tu corazón, porque sabe que merecerá la pena. Como cuando tuvo que pasarse un escenario entero matando bichos con un cuchillo hasta llegar a la preciada escopeta.

No tengas miedo de equivocarte. Todos se equivocan, y él más que nadie lo ha vivido en esos giros argumentales en los que la razón  del narrador se pierde por algunas páginas y todo vuelve a su cauce, al cabo de otras tantas.   Sabe que las princesas de los cuentos a veces ponen a prueba a sus héroes y quizá no necesiten ser salvadas, como Lara Croft. Que tú, igual que Daenerys o que Lisbeth Salander, puedes quemar como el fuego cuando te enfadas, pero que tras tus ardientes emociones se esconde un gran corazón que le quiere. Que si guarda su cariño igual que guarda las partidas, siempre podrá volver a intentarlo si su Prince of Persia cae al vacío.

Si te ganas a un friki, mantenlo cerca. Acostúmbrate al olor a libro viejo, a encontrarte figuritas en miniatura amontonadas por cada rincón de vuestra casa. A tropezarte con peluches de Cthulhu entre las sábanas cuando te acuestes, y despertarte con un chico gritando  entre sueños "NOOO PUEDEEES PASAAAAR" a tu lado, a media noche. No encontrarás mejor compañero de domingos por la mañana, cuando te sientes en la terraza a leer tu revista favorita y él te acompañe tumbándose a tu lado con una paz infinita a leer Sandman. Aprenderás lo hermoso de los silencios compartidos, la maravilla de reconocer sus emociones de Peter Pan con sólo una mirada. 

Vuestra casa no se inundará con el clamor del fútbol las noches de mundial, pero sí con el estruendo de los persas luchando contra los espartanos, o de los escoceses alzando la voz y pidiendo libertad. Con la banda sonora de Sweeney Todd. Con la musiquilla que suena cada vez que aparece el malo del Monkey Island. 

Te pedirá matrimonio en un escenario que le recuerde al amor. Con suerte será en París, o en Roma, o en un bosque frondoso y vivo, o bajo un cenador cuajado de jacarandas. Pero no te asustes si se arrodilla frente a ti en un hotel encantado, o jugando al Paintball, o en una selva que se asemeje a la Cuenca de Sholazar, o en un taxi recorriendo la ciudad con una lista de las mejores fiestas, o en una granja de Texas, o visitando los escenarios hawaianos donde se rodaron escenas LOST. Nada es previsible con él, igual que ocurre con las buenas novelas. 

Serás tan feliz a su lado que te sentirás como Scully y no recordarás cómo era tu vida antes de conocer a Mulder. Les leerá cuentos a vuestros hijos. Incluso mejor: se los inventará. Hará de la infancia de los niños algo hermoso y divertido, y prescindirá de objetos materiales y perecederos para entretenerles siempre que le sea posible. Les enseñará a soñar, a imaginar, a pintar la vida de colores mágicos. A decidir por ellos mismos. A no perder el rumbo que guía sus barcos hasta la isla del tesoro. A creer en la amistad. 


Envejecerá a tu lado y te seguirá viendo siempre hermosa. Sabrá mirar más allá de la piel y te amará toda la vida a pesar de tus defectos o, quizá, precisamente por ellos. Nunca dejará de ser un niño con mirada de cachorrillo y te acompañará en tus paseos tranquilos hasta que se le agoten los corazones de la barra de vida.

Sal con un friki porque te lo mereces. Te mereces a alguien que pueda darte la vida más emocionante y divertida posible. Si tú te quedas en la superficie, si te importa el qué dirán y no eres capaz de valorar lo que de verdad importa y le da autenticidad a la existencia, quizá estés mejor sola. Pero si quieres el mundo y todas las sagas que le sucederán... sal con un friki.


O mejor aún. Sal con un friki, como tú.





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Post inspirado en el conocido "Sal con una chica que lea", de  Rosemarie Urquico.

27 marzo 2012

Intuición masculina

Hace unos días recibí un e-mail que me hizo sonreír y reflexionar. ¿Es cierto ese tópico típico que dice que los hombres son poco intuitivos? ¿Es verdad que andan empanaos por el mundo, y necesitan que se lo demos todo mascadito para darse cuenta de las cosas?

Os planteé la cuestión en la página de fareborn y pocos os mojasteis (y respondisteis xD). Y eso que no pretendo crear polémica ni ponerme en plan feminista, ojo. Lo mío es pura curiosidad científica, porque me he pasado años y años desconfiando del tópico y creyendo que los hombres no es que seáis poco intuitivos, es que os hacéis de rogar, os hacéis los tontos y queréis que nos explayemos. Pero igual no :P


Hombre, si echamos la vista atrás es que todo son señales. Porque si no ya me dirás tú, con Eva ahí ofreciéndole una manzana chunga a Adán y él, todo emocionado, diciendo: "ay, gracias, cariño, no debiste... pero no sé, espera... igual no deberíamos... vamos, lo mismo me equivoco... bah, qué mas da". Y todo esto con la serpiente enroscada a los pies de Eva, mirándole con cara de "será gilipuertas".


O más tarde, con el pobrecito San José, que es santo por algo, observando el bombo de su mujer con mirada de WTF, y escuchándola decir: "te lo prometo, cari, que no he catao varón, no sé cómo ha podido ocurrir". Y él va y se lo cree.

Es que está claro, joeres. Dalila no habría sido tan poco observadora como para no darse cuenta de que Sansón planeaba algo con esas tijeras tan gordas. Si Galileo Galilei, tan inteligente como era, hubiese tenido tetas, seguramente no se habría metido en los terrenos pantanosos de la Iglesia y habría muerto forrado y en su cama del chalé de la sierra. Napoleón, con toda la que lió y lo bien que se le daban los temas de guerra, va y se muere sin darse cuenta de que le habían estado envenenando poco a poco. "Un dolorcillo, seguro que no es ná". No me jodas, Napo. Si hubiese sido una mujer seguro que no tendría ese pánico que le tienen los hombres a los médicos y las agujas y habría ido a urgencias en cuanto le entrase el primer retortijón. 




No quiero hurgar más en la herida porque tengo muchos lectores machotes que podrían ofenderse, pero parad a pensarlo un segundo: ¿no será que las mujeres no somos tan complicadas, sino que vosotros no os enteráis de ná? Bueno, vale, o igual las dos cosas. 
Pero no me negaréis que intuitivos, lo que se dice intuitivos... no sois. Y que conste que intuitivo no significa lo mismo que inteligente.

Yo tuve un novio hace años, un tío inteligente, culto... al que tenía que dárselo todo mascadito. Pero mascadito nivel REGURGITADO DOS VECES. Si quería que me llevase a algún restaurante, tenía que dejarle escrito en un papel encima del teclado de su ordenador la dirección, la página web, el teléfono y las horas de apertura, y un dibujito de mi cara feliz diciendo "oh, ¡cómo me gustaría ir!". Si se acercaba mi cumpleaños y me preguntaba qué quería como regalo, o le decía claramente lo que necesitaba, o acababa por regalarme lo más hortera de la tienda. Si una noche andaba yo rumbosa, (tú ya me entiendes) o le ponía las tetas en la cara o se pensaba que estaba cariñosa y me ponía una película de Julia Roberts.


Y así he llegado a la conclusión de que esperar que los hombres se den cuenta de las cosas por ellos mismos es un error. Y además injusto. Porque no pueden, no sirven para eso. Y esperar tal cosa es doble decepción por parte de ambos: de ella, porque se cree que él pasa de todo, y de él, porque no entiende nada ni sabe cómo complacernos.

Por tanto creo que la ley de Newton que hablaba de la acción-reacción es aplicable: nosotras actuamos y ellos reaccionan.

Os dejo con lo que Fiebre me mandó vía e-mail, que me inspiró para este post.
¡Un besote!


22 marzo 2012

Una de misterios

A mí me fascinaba el suspense, la tensión (sexual o no :P) entre los personajes principales y el misterio hasta el final de: 



... disfruto como una enana cuando me pierdo en las intrigas y en esa melodía tan siniestra  al piano de:



... pasé tardes inolvidables repletas de rompecabezas teorizando sobre la vida y la muerte, sobre el bien y el mal, sobre lo conocido y lo desconocido con:



... adoro taparme la cara con un cojín para poder adentrarme en la oscuridad de:



...me entretiene muchísimo jugar a detectives con la elocuencia con la que este señor resuelve las adivinanzas de la vida:




y una de mis películas favoritas siempre será:







...

Pero ya está. Cuando apago la tele, salgo del cine, cierro el libro o me alejo del ordenador lo único que quiero es luz, claridad, sinceridad, complicidad y sonrisas. No más misterios. No más oscuridad. No más intrigas. No más cojines para protegerme.

Lo que ves es lo que hay, y si no me ofreces lo mismo... no me interesa.

21 marzo 2012

Tratamiento de keratina para mis rizos

Tengo unos amigos que valen millones.
Yo estuve mirando un tratamiento para mi pelo porque últimamente lo tenía bastante seco y pocho. No sé si os lo había dicho, pero con lo único que soy presumida es con mi melena: me gasto lo que haya que gastarse para tenerla bonita. 

Y cuando descubrí los tratamientos de keratina decidí que serían justo lo que necesito. 

La keratina es una proteína que ya se encuentra en nuestro cuerpo. Concretamente en el pelo, en la piel y en las uñas.  Lo que pasa es que con los malos cuidados del pelo y el cloro de las piscinas, el sol, etc se acaba perdiendo... y al final se nos quedan las lanas securrias y feas, con ese "frizz" o encrespado que taaaaanto odio y que nos hacen parecer el rey león en sus días malos. O sea:


Pues bien, un tratamiento de keratina bien hecho consigue volver a hidratar el pelo, dejándolo suave, brillante y mucho más manejable. Por ahí he leído que hay gente que se lo hace pensando que es un alisado permanente, como el alisado japonés, pero no es así. Simplemente te deja el cabello más sano consiguiendo, eso sí, que te lo alises en menos tiempo, por ejemplo. Que se encrespe menos, que tenga más cuerpo, más vida...  Y cuantas más veces te lo haces (puesto que se puede repetir en uno o dos meses) los resultados serán más espectaculares.

El problema era el precio. Cuando vi que era carillo -alrededor de los 120€ en una buena peluquería- comprendí que no me lo podía permitir por ahora... 

Y ahí que llegaron mis amigos en su corcel rizoso para rescatarme del encrespado, regalándome un tratamiento de keratina en mi peluquería favorita como regalo de cumpleaños adelantado. ¡Si es que no me los merezco!

Y allí que me fui yo ayer, dispuesta a arreglarme las lanas. 


¿El resultado? ESPECTACULAR. Nada más acabar el tratamiento te hacen la plancha para que la keratina se fije al cabello, así que ayer, hoy y mañana tendré el pelo liso... ¡ahora podéis llamarme La Lisos! xDDD
Pero según Boris, mi peluquero, cuando vuelva a lavarme el pelo recuperaré mis rizos pero mucho más bonitos, sin frizz. 



Os dejo fotos del antes y el después, para que vosotros mismos juzguéis si merece la pena gastarse el dinero o no. ¿Mi opinión? SÍ. Y mucho.



 El antes...

 El después. Vaya cambio, ¿eh?


 Los dos "magos del peine" que me dejaron la melena hermosa.


 Y esto es un bonus-track, para demostrar que yo también estuve en la #acampadaLoewe xDDDDD



Eso sí, como recomendación personal os diré que  sólo le encomendéis vuestro cabello a profesionales, no a cualquiera. A veces por ahorrarnos dos duros acabamos haciendo tonterías, y las lanas son algo serio :P    
Os voy a dejar los datos de contacto de Boris Soler, mi peluquero, por si sois de Málaga y queréis haceros cualquier tratamiento con el mejor.

C/ Cristo de la Epidemia nº54
Tel: 952266700
info@borissoler.es
En twitter: @borissoler


¡Un besote!


13 marzo 2012

Deber y no deber

Hacía ya tiempo que no respondía a un meme, y aquí va uno que encontré por ahí (no recuerdo el blog, lo siento U_U) y que me ha parecido curioso:


5 COSAS QUE NO DEBERÍAN GUSTARTE Y TE GUSTAN

-El olor a pegamento, gasolina, pintura y demás sustancias colocantes. No lo puedo evitar, soy una yonki de los olores fuertes y tóxicos. Cualquier día me da un sopapo de tanto esnifar cosas raras xDD

-Hurgar en las heridas. En todos sus sentidos: si me hago un corte, ahí me paso toda la tarde rascándome encima, sin querer -evitarlo-. Si tengo un moratón, me lo aprieto. Si me sale un granito, me lo toqueteo. Si sé que alguien ha escrito algo chungo sobre mí en su blog, voy a leerlo.

-La ropa interior (tanto masculina como para mí, claro) de dibujitos animados, ovejitas, superhéroes y demás. Cumplo 31 en abril.

-Llorar. Y me da mucha rabia tener que esconderme cuando lloro, porque da a entender que soy débil. Yo lloro cuando me siento triste, cuando me emociono, cuando me agobio y me siento impotente... y me gusta el sentimiento de alivio que queda después, cuando libero mis emociones y me quedo completamente tranquila y zen. Llorar es un capricho que me permito cuando estoy tensa.

-El terral. Todo el mundo odia al terral, y creo que es el gran incomprendido. Cada agosto sucede lo mismo: "¡no salgáis a la calle, que hace terral!", y allí que va Bea a pasearse cual oveja feliz, con sus rizos al viento. A veces creo que soy una targaryen auténtica, porque mi cuerpo soporta perfectamente las altas temperaturas sin sudar ni morir y, es más, disfruto horrores cuando hace calor. Me cambia el humor y todo, os lo prometo. Si algún día me hacéis una putada y queréis disculparos, aprovechad cuando haga terral. 



5 COSAS QUE DEBERÍAN GUSTARTE Y QUE ODIAS

-El atún. A todo el mundo le gusta el atún, menos a mí. No puedo soportar ni siquiera su olor. Podría morrearme con un zombi de Walking Dead antes de darle ni un piquillo a alguien que se haya zampao un sandwich vegetal con atún. 

-El flamenco. Soy malagueña y desde luego nadie lo diría. Ni me gusta el pescado, ni tengo arte contando chistes, ni entiendo ni siento el flamenco. Los guiris lo disfrutan más que yo, está claro.

-Los cuidados femeninos del tipo pintarme las uñas, ir de tiendas, ponerme y comprarme zapatos de tacón. Llamadme machorra si queréis, pero paso de cuidarme las uñas (total, me las acabo mordiendo siempre), ir de tiendas y probarme ropa me pone muy nerviosa e intento hacerlo sólo en casos de necesidad extrema (o sea, cuando ya sólo me quedan dos pantalones y corro el riesgo de tener que salir en pelotas a la calle) y no sé caminar con taconazos. Prefiero ir cómoda y sentirme segura con mis botas planas que parecer una oveja mareada.

-Las pelis y los libros con final feliz. Me dan una rabia supina, en serio. No sé muy bien si es porque siento como si quisieran engañarme y venderme una moto que no funciona, o si es porque simplemente soy un Grinch de la felicidad... pero las historias que más han calado en mi corazoncito rizoso han acabado de forma truculenta, cruel, irónica.

-Los dulces excesivamente dulces. Soy poco femenina hasta para eso, sigh. Me gusta el chocolate, pero cuanto más negro, mejor. Me gustan los gofres, pero sin nada más por encima: ni nata, ni chocolate, ni nada. A pelo. Me puedo tomar un pastelito de postre, pero pequeño y poco empalagoso. Si me das a elegir entre un bocata de jamón ibérico de bellota y un trozo de tarta de chocolate, elijo el bocata. 



Y ahora os toca a vosotros, va. ¡Mojaos (de responder, no seáis gorrinos) y comentad! ¿Qué cosas deberían gustaros y odiáis? ¿Cuáles son las que os gustan, contra todo pronóstico?

¡Un besote y feliz martes!

06 marzo 2012

Lo que nos enseñan las series

Hace un par de días leí un artículo curioso acerca de todas las lecciones que los emprendedores pueden aprender viendo Mad Men. Me resultó interesante y original, y pensándolo bien durante un ratito, descubrí muchas más lecciones para la vida en mis series favoritas.
Por ejemplo:

-SER HIJODEPUTA CON OTROS HIJOSDEPUTA NO ES MALO. Hace falta gente así, personas sin dobles morales que comprendan que robar a un ladrón o matar a un asesino no es maldad, sino justicia. Dexter es un verdadero santo varón. ¡Muerte a los acosadores de ovejas!

-ES UN ERROR BUSCAR ENEMIGOS FUERA DE NUESTRO GRUPO. No hay monstruos, zombies ni fantasmas más peligrosos que las personas que nos rodean. Teme a los vivos, no a los muertos... y no te fíes más que de ti mismo. Y si no, no hay más que visionar un par de capítulos de American Horror Story o la segunda temporada de The Walking Dead para darnos cuenta.

-EL MUNDO ES MARAVILLOSO TAL Y COMO ES. Nos empeñamos en buscar magia, en renegar de los avances científicos, en encontrar explicaciones paranormales para todo lo que nos rodea racionalizando lo irracional... y no somos capaces de ver la grandeza de la naturaleza, lo impresionante de la ciencia. Sale una mindundi en la tele diciendo que es médium y que habla con los espíritus, y nosotros la creemos porque nos encanta aquello que requiera fe ciega. Pero luego nos pasa como al Mentalista, que la liamos parda.  Espero que a la Anne Germain esta no le asesinen a su familia, pero ojalá la gente no fuese tan idiota de necesitar esas patrañas para valorar la grandeza de la vida.

-HAY QUE SER CONSECUENTES CON NUESTROS ACTOS. Sobre todo si tu esposa es rubia. Y si no, que se lo digan a Walter en Breaking Bad, que por buscarle un futuro mejor a su familia se mete en un follón de aúpa. La familia debe estar unida para lo bueno y para lo malo, y no debemos olvidar que por muy capaces que nos creamos de salvar al mundo... no somos héroes y no estamos solos. Que mucha gente depende de las consecuencias de nuestras acciones y ocurrencias, y que hay que tener un poco de cabeza y cuidar a los nuestros. Un problema es menos complicado si se comparte con tus seres queridos. Siempre.

-LA VIDA DA MUCHAS VUELTAS y es una chorrada creer que los problemas, los amigos, los pensamientos que tenemos hoy serán importantísimos y decisivos en nuestro futuro. Hay que tomar las riendas de nuestra vida y enfrentarnos a nuestros problemas, pero siempre desde la perspectiva de que todo pasa, de que el día de mañana seremos otra persona y que tendremos otros entuertos diferentes a los que enfrentarnos. Que nada es para siempre, y como tal hay que tomárnoslo todo con filosofía y menos en serio. Y si no, que se lo digan a Ted Mosby, que se pasó su juventud buscando el amor y creyendo que cada mujer que conocía sería la mujer de su vida, sin éxito. ¿Quién sabe lo que nos depara el futuro? Relájate y disfruta. ¡Ah! Y hagas lo que hagas... ¡ponte traje!

-EL SABER NO OCUPA LUGAR, Y ENCIMA ES SEXY. Para que una rubia despampanante se enamore de un frikazo como Leonard en The Big Bang Theory, es que los intelectuales deben tener algo que atrae a los demás. Hay que tener curiosidad, ganas de aprender, afán por darle al coco y no sólo para jugar al Angry Birds. 

-LOS BUENOS NUNCA SON TAN BUENOS, NI LOS MALOS TAN MALOS. Creo que santos hay pocos, y que por encima de todo somos humanos y, como tales, a veces podemos resultar "justos" y a veces nos dejamos tentar por el egoísmo sin poder remediarlo. No hay que fiarse nunca de las almas cándidas ni juzgar a nadie sin conocer todo lo que hay detrás de su historia, como hicimos (reconocedlo) con Jaime Lannister en Juego de Tronos. 

-HAY QUE PERDER EL SENTIDO DEL RIDÍCULO. Hay que bailar,  hay que cantar, hay que hacer el canelo. Hay que dejar de preocuparse por quién nos mira, por quién nos critica, por quién nos juzga. Hay que salir a la calle y disfrutar del sol, desparramar alegría, comernos el mundo. Olvidarnos de miedos, del "no sé hacerlo bien", de perder oportunidades por culpa de nuestra inseguridad. Disfrutemos de la música y permitamos que nuestra voz exprese lo que sentimos a ritmo de Rock o de Country o lo que sea, aunque sea mientras conducimos de camino al trabajo. Y aprendamos a decirle lo que sentimos a la gente que queremos, como hacen los chicos de Glee cada vez que suena una melodía.

04 marzo 2012

La mala costumbre

Tenemos la mala costumbre de querer a medias, como dice Pastora Soler.
De pretender protegernos tanto, tanto, que acabamos cuidándonos también de nuestras propias palabras.
De pasarnos media vida buscando imposibles, esperando lo inalcanzable, deseando lo irreal y olvidando lo que está aquí... lo que tenemos.

Y por eso nos callamos. Nos dicen "te echo de menos" y nos mordemos la lengua para no confesar que nosotros también, para no mostrarnos vulnerables. Miramos una foto, leemos un maldito sms una y otra vez y no somos capaces de vencer nuestro miedo y, simplemente, sincerarnos y exteriorizar lo que nos inunda el pecho y nos preocupa. De darle al botón de "responder" y decir la verdad.
Luchamos contra un lobo que no existe, o quizá sí que exista: somos nosotros mismos.

Y por culpa de esa lucha sin sentido lo acabamos estropeando todo. Leí en twitter esta mañana:




Y no puedo más que sentirme estúpida por la cantidad de veces que yo lo hice. Por la cantidad de personas que se quedaron en el camino, por mi culpa. Por todo lo que pude haber dicho y no dije. Por ser consciente, ahora sí,  de que ninguna de las consecuencias de ser sincera y expresar lo que siento podría ser peor que las de guardámelo todo dentro.

Porque tenemos orgullo y no hay que olvidarse de mirar por nosotros mismos, pero ECHAR DE MENOS A ALGUIEN NUNCA SIGNIFICA PERDER LA DIGNIDAD Y NO DEBERÍA AVERGONZARNOS. Significa que somos humanos y como tales sentimos y queremos... y que a veces simplemente necesitamos que alguien también nos quiera.

Tan sólo hay que avergonzarse de no sernos fieles a nosotros mismos y actuar como si fuésemos otra persona ante la gente que apreciamos, porque igual cuando comprendas que te equivocaste ya sea demasiado tarde.




02 marzo 2012

Breve nota informativa II

¡Hola, hermosos!
Hoy no voy a escribir mucho, (que es viernes y estaréis deseando salir a tomar el sol por ahí) sino que vengo a hablaros brevemente de un par de asuntillos.

Por ejemplo, de que no sé si sabréis que Una de Rizos... tiene una cuenta en twitter . Y que estáis todos invitados a pasaros por allí cuando queráis, que ya somos unos cuantos ovejosos y la liamos parda en nuestros momentos ociosos y payasistas xD


También quería comentaros que he cambiado el diseño de la página del blog en Fareborn, adecuándolo a los nuevos perfiles de páginas. Espero que os guste mucho y, si no es así, que os paséis por allí también y me ayudéis con ideas o sugerencias porque todos sabemos que yo de diseño ando poco ducha xD 

Finalmente me gustaría daros las gracias a todos, porque el mes pasado mi humilde blog llegó a superar las 6.000 visitas. Y eso, qué queréis que os diga, me parece una pasada teniendo en cuenta el tipo de blog pavo que tengo. Sin necesidad de poner fotos de lesbianas magreándose ni nada. Tremendo.



Nada más, ovejosos. Ya os dejo con vuestras labores y os deseo de corazón un fin de semana brutal.
Pasadlo bien; yo volveré con más posts el lunes y, hasta entonces, me encontraréis por Twitter y/o Fareborn.
¡Besotes!


EDITO: Además aprovecho esta mañana que me hice fotos nuevas para cambiar mi imagen del "Acerca de", que ya iba siendo hora ;)