29 mayo 2008

Gonna make you happy tonight

Se podría decir que soy una marifrikis. O sea, que soy el equivalente a las chicas esas que salen siempre con gays a todos lados, pero con frikis.

Mi primer novio fue un friki de cuidado, dibujante de comics y heavy escondido tras sonrisa inocente.

El primer grupo de colegas con los que me emborraché, frikis todos, me enseñaron el camino de los juegos de rol y de las partidas de magic los viernes por la tarde en el paseo marítimo. Aún recuerdo cuando montamos el salón del manga de Málaga en el centro cívico con mucha ilusión y (sobre todo) mucho pavo, y acabamos disfrazados de lolitas góticas cantando en el karaoke el ending de Kenshin.

Más amores adolescentes y post adolescentes frikis me llevaron a los salones de Barcelona (allá por el 2000, how the time flies)y de Granada, me engancharon a los videojuegos y me hicieron cantar a grito pelao en el Bebemás, en el Razzmatazz y en la Oveja Negra.

Y hoy por hoy puedo decir con la boca llena de orgullo que el mundo friki mola. Que gracias a Humberto Ramos, Kevin Smith y Cels Piñol (aunque me pese) he aprendido a ser más tolerante, creativa e imaginativa, y lo más importante de todo... a seguir teniendo presente la ilusión de la niña que fui.

Eso sí, ojo. Una cosa es seguir teniendo ilusión, y otra muy diferente... no crecer nunca.





Supongo que unos les cuesta más que a otros.




P.D: Dedicado a Víctor, el alumno friki de mi academia que me descubrió a Tripod.
P.D2: También te lo dedico a ti, que seguro que ya te diste por aludido. ¿Ah, todavía no? ¿Y a qué esperas? :P



25 mayo 2008

Uno, el Brikindan

Bueno, pues ya está. Anoche tuvo lugar el esperado certámen de Eurovisión 2008, y todavía ando en estado de shock.
No sé si es por la cantidad de frikis reunidos que participaron o porque a pesar de los pelucones impresionantes, de los vestidos de Ágata Ruiz de la Prada, de los gallos al más puro estilo Loreto Valverde riendo... el resultado de las votaciones siga siendo completamente predecible.

Pero vayamos por partes, porque la gala se las trajo.
Ya nada más comenzar nos sorprenden con una canción que pretendía ser así como desgarradora, cantada por el... digo...la ganadora del año pasado. Ni fu ni fa, que digo yo, pero qué le vamos a hacer.

Empieza el embolao y nos sale Rumanía con dos en plan Pimpinela pero hablando raro.

Luego Reino Unido con un chaval morenito que no lo hizo mal, oye. Canción marchosilla y pegadiza... que se comió una mierda, finamente hablando.

Alemania fue representada por Barbie Malibú, Nancy Superstar, Stacey Tetasgordas y Jenny Gallito. Porque la Jenny desafinaba que daba gusto, tú. Me atraganté con la manzana de la sangría cuando le tocó cantar a ella y todo.

Entonces va y aparece una tipa representando a Albania que iba vestida ¡¡con una majestic heavy!! (CL, es decir, Chiste Lineage). En serio, eh, con su esmoquing con cola por detrás. ¿La canción? No me acuerdo.

Los de Bosnia eran raros, raros. Y ya tienen que ser raros para que yo lo reconozca, eh. Me daban entre pena y asquito... Ella me recordaba a la protagonista de Sweeney Tod, y él iba vestido con la Dc robe enteramente (CL). Cantaron (más bien chillaron) algo extraño; siento no poder definirlo de otro modo porque encima no entendía ni jota.

El cantante de Israel le moló a una de las amigas con las que vi el festival. Cito con palabras textuales: "es muy majete y la canción es bonita, me lo pido". Pues eso, primer hombre rifado de la noche.

Finlandia... en fin... no sé qué decir de unos tipos en plan Lordi cuya canción se titula "los hombres cabalgan". Les faltó añadir al final del título: "a las yeguas" para que tuviese mucho más carisma, ¿no?

Los representantes de Croacia me molaron un montón. No porque la canción fuese chula, (que ni me acuerdo, seguro que fue aburrida) sino porque eran dos cantantes bastante peculiares: uno me recordaba al de Compay Segundo, un viejete bastante curioso con su traje cubano blanco impecable y su bastón al viento. El otro era una mezcla del Padrino y el cantante de Café Quijano... nadie se lo pidió.

A Polonia la representó la sirenita después de meterse entera en Cola-Cao. No tengo más que decir.

Sale el turco, y lo primero que dice mi amiga de Sevilla: "ottia, ehte tío tiene dos gorilas abrazaos por cejas". ¿La canción? Normalita, así marchosilla.

Portugal: mujeres con vestidos vaporosos en plan boda gótica, y una cantante que parecía más bien la Gatekeeper de Dark elf. Me dieron ganas de pedirle que me teletransportase a Aden (CL)

Los de Letonia pensaron...¿y si nos vestimos de Jack Sparrow? Y así se presentaron al concurso todos con sus aretes, loros y parches, a ver si colaba. Pero nada, ni con Cacique.

La cantante de Suecia (otra que duerme metida en kanfor) cantó una canción bonita... pero lo estropeaba cuando abría mucho la boca y mostraba su dentadura equina. Aparte, no sé de dónde se sacó ese coro que parecían las de Azúcar Moreno en sus tiempos mozos, pero en fin.

El cantante de Dinamarca no sé que canción eligió, porque desde que salió me gustó y me pasé el resto de su actuación mirándole el culillo. Sin duda fue el "me lo pido" de la noche. (Creo recordar que su canción era marchosa, alegre y eurovisiva... nada más, sorry).

La pobre cantante de Georgia me recordó a un mimo que hay en las ramblas que se viste así mu raro. No voy a hacer chistes crueles, va. Su canción fue sosa, sosa.

Ucrania: wenorra enseñando cacha. Debo reconocer que tanto la puesta en escena como la canción estuvo bastante aceptable, y era marchosa y capaz de hacernos bailar a todos. Eso sí... comentario de mi amigo francés: "esta mujeg es una mama pollas".

El cantante de Francia llegó en el Papa Movil, y me recordó no sé si a uno de los Bee Gees o a Eugenio el de los chistes. Os podeís imaginar el tipo de canción que fue.

Con Azerbayán nos quedamos todos flipando. Debo reconocer que fue todo un espectáculo de tres minutos, y que si yo misma hubiese sido juez sin duda le habría dado 12 puntos (porque 13 serían pa mi Rodolfo, claro). La canción era extraña y sorprendente, y la representaron dos tipos disfrazados uno de demonio y el otro de kamael castrati (CL). Eso sí, acabamos un poco mareados porque el cámara no dejaba de dar vueltas alrededor de los cantantes, en plan Bruja de Blair...

Para representar a Grecia llamaron a Kalimero. O Kalimera, Kalomira...yo que sé como se llamaba esa mujer xD. El caso es que nada más salir me doy cuenta de que es clavadita a Carmen Alcaide, la presentadora de Tomate. En serio, eh. Le faltaba decir "quefuertemeparece". Pero bueno, la canción fue bastante buena, animada y con una puesta en escena aceptable.

Llegó el turno de España. Y bueno, ya sabéis, nuestro Rodolfo hizo lo que pudo y francamente pese a todo no me dio la sensación de que desentonásemos ni hiciésemos el ridículo, visto lo visto. Aparte, acabó el chiki-chiki y todos nos miramos pensando que hasta lo hizo mejor que en las anteriores actuaciones. Pero vaya, que no nos ilusionamos. Hicimos bien. (Por cierto, ya me podéis estar pasando el vídeo que grabásteis donde salgo toda emocionada bailando y gritando PERREA, PERREAAA)

Cuando le tocó a Serbia yo estaba en la cocina sirviéndome más sangría y sólo escuché de fondo la canción... y la verdad es que me parecía estar oyendo la banda sonora del Último Mohicano.

Nada más salir el cantante de Rusia, dijo mi amiga : "uy mira, como la Remedioh Amaya, dehcalzo". Y sí, era como la Reme... triste, triste. Una canción deprimente, un cantante arrastrándose por el suelo a pecho descubierto, un violinista empastillao detrás alumbrado por un foco cegador...y lo más deprimente de la canción: Gerard Depardieu con unos patines, dando vueltas alrededor del cantante todo el rato haciendo aspavientos con los brazos. Vale, no era Depardieu...según mi amigo el francés, se trataba de un campeón olímpico de patinaje sobre hielo... Y digo yo, ¿ por qué no sacamos nosotros a Fernando Alonso dando vueltas alrededor de Rodolfo con un fórmula uno? O a Gasol encantastando, no te jode. Eso es trampa.

Pero bueno, sigamos con Noruega, que me cabreo. La cantante noruega fue la chica más normalita de la noche, sin duda. Era algo así como la chica del tiempo, con esa ropa tan formalita (otra que se pasó con los rayos uva, eso sí) y esa canción simplona y pegadiza.

Y colorín colorado, los países se han acabado. Tras unas rondas de votaciones predecibles, aburridas, y tan sólo animadas por un presentador que se olvida del guión o de una pava que se equivoca en los dos únicos minutos de gloria de su vida, el resto fue más de lo de siempre: politiqueos varios y vecindades amigas. Creo que si España no fuese una península y estuviese rodeada de países otro gallo cantaría.
Eso sí, Andorra fue la que más puntos nos dio, (8 puntazos, oeee) así que ya sabéis: viajemos todos a Andorra. Vayamos a visitar sus ciudades o a comprar tabaco, pero vayamos.


Y finalmente ganó Rusia con sus patines, su cantante descalzo y su Stradivarius. Al final de todo volvieron a cantar y yo deseaba que por culpa de la barra libre que les ponen durante las votaciones el patinador se esmoñase de tanto ron, pero no pudo ser.

Y así, tras una gala caracterizada por la cantidad de frikis y elfas oscuras que representaron a sus países, me queda la sensación de que en esta edición España siempre será recordada por todos, para bien o para mal. Y eso mola.



Os dejo con los ganadores.

17 mayo 2008

Yo confieso

El biofrutas mola mogollón, lo beben en la China y también en Alcorcón,
dale biofrutas a esa rizosita, que el biofrutas la pone muy tontita.
Lo bebe la Amparo, lo bebe Manoli, lo bebe el Manuel y también la Loli,
lo bebe mi coche, lo bebe mi tito, lo bebe mi Choleitor moviendo el rabito...




Queridos lectores... tengo que confesaros algo. Yo, Bea la Rizos, soy ChiquiliFan.
Y estoy deseando que llegue la noche del 24 de mayo.

Porque Eurovisión nunca fue tan miserable ni me hizo reir a carcajadas, como ahora. Porque todos somos un poco Rodolfos y bailamos nuestros chiqui chiquis particulares en las noches alcohólicas. Porque ha conseguido que todos volvamos a tener ilusión con un concurso...
¡Viva el Brikindan y el Crusaíto!

14 mayo 2008

Como si fuéramos unos animales

Yo no sé si os habéis dado cuenta, pero la sociedad establece normas de conducta invisibles y curiosas sin que nadie las haya propuesto verbalmente.
Me fijé anoche, cuando volvía a casa en metro después del trabajo. ¿Por qué cuando hay dos asientos libres, la persona que entra última se sentará en el más alejado de los demás? ¿Tan asociales somos?
Pensaba en ésto mientras me acomodaba en el último asiento del vagón y sonreí al captar otra de esas normas invisibles: no se puede mirar a nada ni nadie en concreto cuando viajas en ascensor, autobús o metro. Hay que poner cara de lerdo/a y dejar la mirada perdida en el suelo, o en la ventanilla por la que sólo se ve oscuridad.

Seguimos. Me bajo del metro y llego a las escaleras mecánicas, donde me coloco automáticamente en el lado derecho. Sí, ésta es una norma cívica y formal que debería establecerse en el resto de ciudades mundiales... simple educación.
Sin pensar me coloco justo a un peldaño de distancia de la mujer de delante. Ni más ni menos... y observo divertida que todos los demás hacen lo mismo. Un peldaño de distancia, como la distancia de seguridad que tenemos que guardar cuando vamos en coche.
Entonces la chica que iba justo delante de mí en la escalera empieza a subir los escalones para quizá llegar más rápido arriba. Inmediatamente levanto mi pie derecho y echo a andar yo también... ¿por qué, si no tengo prisa?
Cuando ya empezaba yo a sonreir, el chico que tenía detrás comenzó a subir también las escaleras, imtiándome a mí, y ya solté una carcajada.

Somos una mezcla de máquinas y animales; y a veces, para bien o para mal, me apasiona ser consciente de ello.